Nuestro Proceso
Cosecha
Bajo la dirección de Alfredo “Ferruko” Pérez Salinas, nuestro principal productor de mezcal, recogemos solo el mejor y más maduro maguey silvestre, un tipo de planta de agave relacionada con el agave azul que se usa para el tequila. Cada planta se cultiva cuidadosamente sin pesticidas, insecticidas ni productos químicos nocivos. Se necesitan al menos siete años para que una planta llegue a la madurez, por lo tanto por cada una que cosechamos, plantamos 25 más.
Cocción
Cocinar el maguey es un proceso de 24 horas que congrega a todos los del rancho. Con los corazones de las plantas de maguey — llamados piñas— asándose sobre madera, rocas y tierra, se comparten conocimientos y se cuentan historias. Conversamos y reímos bajo los cielos estrellados del desierto de Tamaulipas, y luego el foso de fuego se cubre de lona y tierra y se coloca el lecho.
Fermentación
En el Rancho El Tinieblo, fermentamos el maguey triturado hasta por dos semanas en nuestras tinas de madera al aire libre. Luego, con mucho cuidado, pasamos el amasijo a los toneles de uno en uno. Este proceso es muy laborioso, pero también es la fuente del complejo perfil de sabor de nuestro mezcal las: frutas tostadas, flores, vegetación y tierra.
Embotellado
El proceso de embotellado en El Tinieblo es tan artesanal como el propio mezcal. Nuestras botellas están hechas de vidrio reciclado soplado a mano, y utilizamos una auténtica imprenta de los años 30 para estampar los logotipos en relieve sobre etiquetas de papel 100% algodón. Cada botella se cierra a mano con calor y cada etiqueta está numerada por lote, tipo de maguey y contenido de alcohol.